Narrativa Lesbica

El gato azul I

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Descubre los callejones Cubanos a través de los ojos de una turista Europea que se busca a sí misma renunciando a la fresca comodidad de una vida normativa. Primer capítulo de un viaje con billete de ida y vuelta abierta.

      – Puedes dormir aquí- Kati me señala la estrecha cama.

Las luces intermitentes de la calle golpean las sábanas. El camastro ocre me recibe, pienso en su cuerpo desnudo y al minuto velos de deseo caen empapando mi espalda.

Es pequeñita. Kati, morena, con la piel color aceituna, tiene una voz extremadamente aterciopelada que no encaja demasiado bien con su estructura osea.

 

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Reportaje sobre el encuentro con el autor de Títeres

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Es realmente precioso y como estoy muy orgullosa de ello lo comparto con vosotros. Ole!!! mamá que he salió en la tele!!!!

Encuentro con el autor en Azuqueca de Henares. 29 Febrero 2011.

Mi encuentro con el autor en Azuqueca por POPULAR TV GUADALAJARA 

 

 

 

 

 

Muchísimas gracias a todas y todos os que me habéis animado y apoyado para llegar hasta aquí. 

OLE!!!!

 

 

Lo que hacen los relatos…

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Hace un año que lo intento y tengo la sensación de que no hay forma de concluir lo que es parcialmente inconcluso. Doy por finalizada mi aventura como relatista, de momento y quizá por algún tiempo, necesito descansar del género. Conjunto de relatos disformes con hilo semiótico: Visibilidad. Sinceramente espero que os guste, en cuanto proyecte su salida, lo dicho, os aviso.

Por el momento basta. Razones miles, pero solo una poderosa que me mantiene alejada de todo lo que debería tener en mente. Brota desde dentro de mí y sin que pueda evitarlo esa historia madura, larga, dinámica, dramática, sagaz, erótica, viciada. Lenta, como un chubasco filmado en pausa. Excitante, aunque esto último está mal que yo lo diga.

Esa historia que me da miedo, que me hace dudar, que me transforma, que me devuelve a un mundo que no pertenezco. Es una pauta proclive a la ruptura de mi conexión con la realidad. La decadencia y la perversión humana se van cogiendo de la mano para adentrarme en conductas ilógicas, sentimientos dormidos, carencias inquebrantables… cada mañana me miro al espejo y pienso, ¿Seré ella?, ¿Seré yo, esa mujer sin nombre sobre la cual no puedo dejar de escribir?

Ojalá quien yo me sé no tenga razón, por qué qué hago yo proyectando eventos degastados de amoralidad subyacente.

Sexo, creo que me encuentro reinventando la palabra. No lo negaré más, no puedo dejar de escribir literatura erótica, le pese a quien le pese. Lo siento Mamá, de verdad, en el fondo soy buena persona.

Borro esencias malditas de devastación humana. Sino la escribo me muero, me taladra, me desvela. Se ha hecho dueña de mi tiempo. No puedo luchar contra ella.

Estoy posesa, perdón poseída.
Todavía no sé cómo sucedió.

Me propuse ese último relato con el que definitivamente podría concluir el trabajo de un año y nació ella y me di cuenta de que era demasiado buena para desarrollarla en apenas diez páginas. Su ambición, su egoísmo, su curiosidad me tienen fascinada por completo.

Cada día mientras viajaba en el tren, tras observar a mis compañeros de viaje, mis divagaciones mentales eclosionaban en una danza de sabores futuros que no consumaban en algo tangible. Su esencia, brisa de fuego que acontece en cada amanecer frío, huracán que arrasa, tifón que inunda vaginas imperfectas de nudos asequibles. Demasiado buena para ser real. Alógica, en un mundo donde la lógica solo se aplica en momentos demasiado duros.

Alguien me dijo: Qué te pasa, estás cambiando. No hice el menor caso, la mujer sin nombre me tenía ya agarrada por los ovarios. Demasiado tarde, hasta para mí.

Tengo mis dudas, no crean. Y sí, al final, ¿Me convierto en una de sus victimas? ¿De donde proceden las ideas que nos llevan a escribir novelas? ¿Por qué de todos los aprendices de escritor me ha tocado a mí?

¿Hasta donde va a ser capaz de llegar?. Me temo que es algo que ni siquiera yo misma puedo contestar.

Me dice:

– Yo hablo, así que aprende –

Sin miramientos ramera de la lengua, tienes mucho miedo y poca vergüenza.

Y el dialogo es la única pista sobre lo que ella es. Para mí es emocionante, el cansancio de regarlo me desgasta y me hace explorar herramientas que aún no había desarrollado, pero nunca tiene suficiente, por eso gime.

Insaciable, cruel, amarga. Absolutamente oscura, parcialmente blanca.
A su manera, atractiva.

Me dice:
– Novela –

Contesto
– Relato –

Y como cada día que evito mirarme al espejo, me gana la batalla.

La lluvia, tú…. y todos esos que nos miran.

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Sé que al segundo párrafo vas a cansarte así que ni te molestes.

He sucumbido a inefables pasiones sin un nombre, sin un género propio. Hoy maldita y desarmada desisto, caigo de rodillas, me rindo con las manos entre las orejas. No quiero escuchar ni el sonido del tren, ni la respiración contenida, ni por ende, el conformismo.

Me da de patadas, sobre todo el conformismo, parece que el clamor popular cesó ante el TAE, ante la vigilia de la vida hipotecada, ante la religión burguesa que lo acomodó y ya no encuentra, ni en sí ni en otros, lugares sobre los que batirse en duelo.

La libertad de expresión es una tenaza que ya no libera sino aprisiona en una danza de incultura grave, sorda, vacua, incoherente. Da lo mismo tenemos la tele, los periódicos, la radio, tenemos el sexo sin el sentido, tenemos lo que tenemos y ni con eso tenemos algo.

Somos tontos, me incluyo, por eso me rindo. El esfuerzo nos supera, es molesto, cansa, aturde, nos hace pensar y plantearnos cosas y eso desespera. Mejor estar cómodo, vale, pero después sin lágrimas. Recuerda vasayo esta es tu historia: Sonrisas sin lágrimas.

Dónde están los molinos sobre los que batirse en las madrugadas celebres de los cerebros fugados solías, donde quedan esos sueños que alimentamos al abrigo de nuestro primer porro. Dónde esa picaresca Española que tan famosos nos hizo.

Que somos hijos de Cervantes coño, un poco de sangre. Ahora somos brutos, mulos de carga, esclavos sometidos al yugo monetario.

Nadie protesta, nadie grita, nadie quema una idea.

Nadie protesta cuando una idea es quemada.

¿Nadie tiene nada que decir?

Impresiones

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Nota: Considero que este es un libro único y como tal merece que le hagan justicia. Por eso lo único que tengo que decir es lo siguiente….
Como un puto perro
me acuesto sobre tus nalgas desnudas.
Tiemblo
Pienso
Corto
Parajes estúpidos
el en filo de tu vientre.
Blancos.
Humo de serpiente
es-ca-pa-te ahora
ve
contracorriente.
El aburrimiento es el éter
del que he convenido alimentarme.
Si no soy poeta
¡puta!
Seré…
Seré, lo que me mandes.
Matemática es
fortuna, poesía.
Alumbra con tus dedos
garabatos,
caricias,
mediodías.
Tu sonrisa
Mi sonrisa.
Tu ira encendida.
Me ofende el servilismo
que destilan tus pupilas
me importa más la culpa
que tu vida en la vida.
Podría quererte,
quiero, podría…
Pero no hay interés mas inocente
que tu esperanza y la mía.
Recorro las viejas esquinas
que morder solías,
siento vértigo.
Frío
tus mentiras
las mías.
Siento lo que siento
o, lo que sentía.
Ahora que te has ido
te lloro a escondidas.
Te siento a hurtadillas.
Mónica Martín