Lamento Lorquiano de un amor “escondio”
Que se me quiebran los pulsos
y se me paran las sienes,
que se me explota la sangre
y las pupilas se encienden.
Que se me bailan las lunas
y se me queman los pliegues
de este amor secreto y sentío
de este amor que deviene,
en las palabras de una necia
que sueña con alfileres.
Que se me cortan las nubes
y se desplazan si quieren
las olas de tu playa
las caracolas que entretienen
a los turistas que pasean
por tus jardines
y que sienten…
Que se les quiebran los pulsos
y explotan sus sienes
si me besas desnuda
y las iras se encienden
cuando tu piel tibia despierta
mis quejidos
para que tú los llenes.
Y no hay día más amargo
y no hay, ni que lo intenten
agujas que me paren
calmantes que me frenen.
Que se pare el tiempo,
en esta mañana celeste
y sea tu luz y tu sombra
la que despierte,
a esta mujer que te conoce
que te adolece
y que te quiere….
Para el amor de mi vida Raquel.
Tú siempre serás la luz que ilumina mis noches y mis días más oscuros.